miércoles, 3 de septiembre de 2008

KEN FOLLET Un Mundo sin Fin


PRIMER ERROR

La novela se desarrolla desde noviembre de 1327 hasta noviembre de 1361. Tiene lugar, por tanto durante el papado de Aviñón (1309-1377 ), y Ken Follet demuestra conocer esto en varias ocasiones:


De ahí viajaron por tierra hasta Aviñón, residencia del Papa durante los cuarenta años anteriores o más, y también la corte más fastuosa de Europa. Página 712

Están buscando un embajador inglés del Papa, y el elegido tendrá que vivir en Aviñón. Página 1140

Sin embargo, parece olvidarse de dónde estaba el Papa cuando en la página 719 (siete páginas después de la 712) dice:

El obispo Henri fue a Inglaterra para asistir a la ceremonia, luego viajó a Roma para ser confirmado por el Papa. Página 719



¿El Papa en Roma?


Ya en páginas anteriores había escrito:


Mair y ella habían decidido que si les preguntaban por su identidad dirían que eran monjas irlandesas en peregrinación a Roma. Página 633
Más lógico sería que si cruzaban Francia fuera con la intención de peregrinar a Aviñón.

SEGUNDO ERROR

Me llamó la atención el desconocimiento que muestra sobre las labores del campo.

Para separar el grano de la paja, durante siglos e incluso en la actualidad, se han seguido dos métodos. El primero consiste en, una vez segada la mies, trillarla en la era y, cuando la paja es lo suficientemente pequeña, aventarla, es decir, lanzarla al viento para así, separar el grano de la paja. El segundo consiste en golpear la mies contra el suelo, de manera que el grano se va desprendiendo de la espiga. De ninguna manera se puede cortar solamente la espiga para molerla. Sin embargo Follet escribe:

Un palo de madera permitía hacer girar la piedra superior mientras la inferior permanecía inmóvil, y las espigas de trigo colocadas entre las dos piedras rápidamente se molían hasta quedar convertidas en harina. Página 458


¿Cómo se separa la espiga del resto de la planta?, ¿segándola una a una y cuidando que el grano no se separe? Creo que Follet no ha visto nunca una planta de trigo, y así lo demuestra páginas más adelante:

David tenía deditos pequeños y hábiles, e iba tejiendo pajas para formar cuerdas resistentes con que atar las gavillas. Página 989

Por una parte, el verbo tejer es absolutamente incorrecto: las cuerdas no se tejen, se tejen los tejidos, el verbo apropiado es trenzar, aunque esto puede ser un error de traducción. No obstante, los cereales se siegan cuando están completamente secos y, por tanto, la paja no se puede trenzar, ya que se parte.
Supongo que habrá más errores que a mí se me han pasado por alto y por supuesto también se le pasaron por alto a la serie de personas que figuran en sus AGRADECIMIENTOS.

4 comentarios:

Ester dijo...

Pobre Ken Follet, bastante tenía con escribir un montón de paja para rellenar más de mil páginas como para preocuparse de si el Papa vivía en Avignon o en Roma. Aunque es cierto que hay que hacer honor a la verdad para no tener al Papa viajando todo el libro de Roma a Avignon y de Avignon a Roma con lo mal que estaba el transporte en aquellos tiempos.

Sobre los comentarios del campo no digo nada que soy de capital.

Mi más sincera enhorabuena al creador de un blog tan interesante.

Voy a revisar lo que he escrito no vaya a ser que le saquen punta.

Anónimo dijo...

Lo que más sorprende es que use terminología de distancias como metros o kilómetros cuando éstos no fueron usados (me atrevería a decir creados) hasta el año 1790 cuando se realizó la primera definición válida de lo que es un metro...
si hubiese utilizado otro tipo de medida...

Anónimo dijo...

Aunque el Papa residiera en Aviñon el peregrinaje se continuaba haciendo a Roma , lugar donde supuestamente se encuentra la tumba de San Pedro. Por eso se les llama romeros. Es como decir que si el obispo de Santiago de Compostela se trasladase a Madrid el camino de Santiago deberíaterminar en la capital de España. Saludos

Laesponja dijo...

No soy historiadora, pero me parece que la novela contiene innumerables errores que redundan en una falta de verosimilitud: La sociedad descrita y la psicología de los personajes parecen de nuestros días: Mujeres individualistas y con reconocimiento social, escuelas para niñas, todos los personajes (incluso los analfabetos) saben su edad exacta, fechas, la edad de los demás personajes, ¡algunos manejan los números mejor que yo!. Les faltó usar antibióticos para la yersinia pestis. (Qué, por cierto, a nivel médico parece descrita a batiburrillo, todos los cuadros en uno, incubación instantánea..).
En fin, una Edad Media en la que cualquiera de nosotros nos hubiéramos encontrado como en casa.